Envejecer en la Comunidad con Dignidad Avalado

Enviado por Admin el Lun, 04/03/2024 - 20:03

PROPUESTAS DE ACTUACIÓN EN MATERIA DE ATENCIÓN A LAS PERSONAS MAYORES

REIMAGINANDO EL ENVEJECIMIENTO UN MODELO DE ATENCIÓN COMUNITARIA Y CENTRADA EN LA PERSONA PROACTIVO, ACCESIBLE, INTEGRADO Y EFICIENTE PARA PERSONAS MAYORES CON NECESIDADES COMPLEJAS    
Es necesario avanzar en la construcción -como ya han hecho otros países de nuestro entorno-, de un subsistema de cuidados de larga duración para personas mayores con necesidades complejas que priorice la integración de intervenciones con el sistema de servicios sociales, la atención centrada y dirigida por la persona, los servicios y apoyos domiciliarios y comunitarios, y el envejecimiento en el lugar adecuado.    
Se considera esencial:    
-Crear servicios que proporcionen atención integrada y centrada en las personas mayores y garantizar su acceso.    
-Orientar los sistemas en torno a la capacidad intrínseca (la suma de las capacidades físicas y mentales de una persona), teniendo en cuenta el entorno en el que habita la persona y su interacción con él.    
-Garantizar que se cuente con personal sanitario y de atención social sostenible y debidamente capacitado.                
-Diseñar los sistemas de manera que permitan ayudar a las personas mayores a envejecer en el lugar y a mantener las conexiones con su comunidad y sus redes sociales.

 

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1.    OBJETIVOS ESTRATÉGICOS DEL MODELO  
1.1 PREVENIR LA FRAGILIDAD EN LAS PERSONAS MAYORES: 

El elemento nuclear de este documento consiste en realizar una detección precoz de fragilidad a la población de 70 o más años, en el ámbito de AP o en el comunitario, con posterior derivación al sistema sanitario (fundamentalmente AP, en coordinación con atención hospitalaria cuando sea oportuno), seguido de una intervención específica para revertir la fragilidad o evitar sus consecuencias.


1.2    LLEVAR A CABO UN ENFOQUE TRANSFORMADOR DEL SISTEMA DE CUIDADOS:   
La mayoría de países de nuestro entorno ya optaron hace varios años por construir modelos de atención para personas mayores frágiles que fueran más eficaces en términos de mejora de su grado de autonomía, su participación y empoderamiento, su grado de satisfacción con los servicios recibidos y, en definitiva, de mejora de su calidad de vida, al objeto de permitirles alcanzar estos objetivos de la manera más eficiente posible.  
1.3    REORIENTAR EL MODELO ACTUAL DE CUIDADOS A LAS PERSONAS MAYORES:   
En muchos de los recursos actuales subyace una visión del cuidado más centrada en la enfermedad y en la discapacidad que en las necesidades/capacidades de las personas. Ello conduce a que la persona se desdibuje, y que sus necesidades/capacidades queden difuminadas en categorías diagnósticas o perfiles clasificatorios.  
1.4    FAVORECER/POTENCIAR EL ENVEJECIMIENTO EN EL LUGAR ADECUADO  
La mayoría de las personas mayores desean envejecer en el lugar (en su entorno habitual) –incluso cuando presentan un grado de dependencia moderado o grave. Por lo tanto, parece apropiado que el modelo de cuidados a desarrollar en el futuro deba tener como base de operaciones el ámbito comunitario (incluida la atención residencial, para situaciones de gran dependencia y/o la imposibilidad de ofrecer los cuidados en el domicilio de la persona).  
1.5    GARANTIZAR LA PROVISIÓN DE UNA ATENCIÓN SOCIOSANITARIA INTEGRADA Y CENTRADA EN LA PERSONA  
La OMS define la atención centrada en la persona, como “un enfoque de atención que adopta conscientemente las perspectivas de los individuos, cuidadores, familias y comunidades como participantes y beneficiarios de sistemas de salud confiables que se organizan en torno a las necesidades integrales de las personas en lugar de las enfermedades, y respeta las preferencias sociales”.  
Las necesidades cambiantes de los pacientes crónicos complejos requieren un modelo de atención diferente. La resolución de problemas a partir del hospital de agudos pierde centralidad y, lo novedoso y emergente, es la evolución hacia sistemas cada vez más integrados, adaptados a los diferentes territorios y con un protagonismo relevante de los profesionales de Atención Primaria y Comunitaria.    
1.6    REAFIRMAR UN ENFOQUE DE GÉNERO EN TODAS LAS POLÍTICAS PÚBLICAS  
La Perspectiva de Género permite enfocar, analizar y comprender las características que definen a mujeres y hombres de manera específica, así como sus semejanzas y sus diferencias. Desde esa perspectiva se analizan las posibilidades vitales de unas y otros, el sentido de sus vidas, sus expectativas y oportunidades, las complejas y diversas relaciones sociales que se dan entre ambos géneros; también los conflictos institucionales y cotidianos que deben encarar, y las múltiples maneras en que lo hacen.  
1.7    LUCHAR CONTRA EL EDADISMO Y OTROS TIPOS DE DISCRIMINACIÓN  
La OMS define el edadismo como los estereotipos (lo que pensamos), los prejuicios (como nos sentimos) y la discriminación (cómo actuamos) hacia las personas debido a su edad. El edadismo tiene un fuerte impacto en nuestra salud y bienestar, y se asocia con una menor esperanza de vida, una salud física y mental más deficiente, una recuperación más lenta de las personas que padecen enfermedades crónicas, una peor vivencia de la discapacidad y un deterioro cognitivo.  
En cuanto a la discriminación que sufre el colectivo de personas mayores LGTBI, debemos subrayar que se enfrentan al reto que supone afrontar su vejez haciendo frente a mayores tasas de soledad y aislamiento, y con menores apoyos de sus redes familiares que el resto de la población en general. La mayor parte de este colectivo, que históricamente ha sufrido una discriminación de sus derechos, siente o ha sentido el rechazo o el cuestionamiento por parte de sus familias, los propios servicios públicos o buena parte de la sociedad, por lo que esta situación de múltiple discriminación, a menudo silenciada o invisibilizada, condiciona su vida y bienestar.   
1.8    CONSTRUIR/REDISEÑAR/ADAPTAR CIUDADES Y COMUNIDADES AMIGABLES CON LAS PERSONAS MAYORES  
Una ciudad o comunidad amigable con las personas mayores es un lugar que adapta los servicios y estructuras físicas para ser más inclusivo y se ajusta activamente a las necesidades de su población, para mejorar la calidad de vida de esta cuando envejece. Una ciudad amigable fomenta el envejecimiento saludable al optimizar los recursos para mejorar la salud, la seguridad y la inclusión de las personas mayores en la comunidad.

1.9    POTENCIAR EL USO DE LA TECNOLOGÍA PARA LOGRAR UNA LONGEVIDAD SALUDABLE  
La tecnología presenta oportunidades para mejorar la longevidad saludable, pero será necesario abordar también los desafíos, como garantizar el acceso equitativo y la asequibilidad de los posibles tratamientos y tecnologías, abordar las inequidades relacionadas con la brecha digital y los determinantes sociales y digitales subyacentes de la salud y, finalmente, evitar el uso indebido de los datos generados por la tecnología inteligente y la necesidad de garantizar que los datos personales se utilicen solo para los fines previstos (OMS, 2021b).  
1.10    APOYO A LOS CUIDADORES FAMILIARES Y PROFESIONALES DEL CUIDADO:  
La actual infraestructura, servicios y apoyo de CLD en toda Europa son inadecuados para satisfacer las crecientes y complejas necesidades de la población actual cada día más envejecida. Existe una baja remuneración de los trabajadores de CLD y una baja valorización de este sector, siendo la mayoría mujeres inmigrantes.  
Nos encontramos, además, con una excesiva y anárquica comercialización y mercantilización de los servicios de atención social y una falta de inversión en la prestación de servicios sin fines de lucro, incluyendo iniciativas de economía social y soluciones basadas en el hogar y la comunidad.

2.    ACCIONES PRIORITARIAS EN LOS DISTINTOS NIVELES ASISTENCIALES

2.1 ACCIONES PRIORITARIAS EN EL NIVEL DE ATENCIÓN PRIMARIA:   
En cada Centro de Salud debería poder constituirse, al menos, un equipo interdisciplinar para la atención de pacientes crónicos de alta complejidad integrado por: médico de familia y enfermero/a de EFyC del paciente, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, trabajador social, farmacéutico comunitario y psicólogo clínico, y coordinado por un gestor de casos Estos equipos contarían con el asesoramiento permanente de geriatras, psicogeriatras y médicos rehabilitadores para la resolución de casos complejos. Si el paciente requiere ingreso hospitalario, el gestor de casos se encarga de gestionar el ingreso y planificar el alta precoz con los profesionales referentes del hospital. De esta manera, la AP (o, en su caso, la Atención Intermedia), estarán preparadas para ocuparse del paciente tras recibir el alta y facilitar su regreso al domicilio y/o residencia en las mejores condiciones posibles.


2.2    NIVEL DE ATENCIÓN COMUNITARIA-DOMICILIARIA  
Los elementos clave de la reorganización a nivel local (entorno comunitario), son: Establecer estrategias compartidas de detección, valoración interdisciplinar y planificación proactiva de la atención.   
Atención de calidad en las transiciones asistenciales.   
Garantizar un continuum asistencial, con respuesta personalizada a crisis y descompensaciones, las 24 horas/7 días de la semana.

2.3    NIVEL DE ATENCIÓN ESPECIALIZADA

El tiempo de hospitalización debe ser lo más breve posible para minimizar las complicaciones inevitables que genera la estancia hospitalaria dada la fragilidad de este tipo de usuarios (disminución de la capacidad funcional, desorientación, depresión, mayor riesgo de infecciones, etc.).   
Servicios de Urgencias:   
Se deben proyectar áreas específicas para pacientes frágiles y pluripatológicos con el fin de evitar desorientaciones, caídas, úlceras, etc., así como adecuar espacios silenciosos para reunirse las familias y los equipos implicados con el fin de favorecer la toma de decisiones compartida. En concreto, los servicios de urgencias deberían realizar:  
Valoración Geriátrica Integral [VGI]: clínica, funcional, mental y social, herramienta que reduce la mortalidad hospitalaria y los reingresos,   
Plan de Atención Personalizado (PaP)

Plantas de hospitalización:   
Los Hospitales de agudos (HA) deben desarrollar pautas de prevención de las principales iatrogenias hospitalarias, la mayoría de las cuales son competencia del personal de enfermería: úlceras por presión (UPP), desorientación (y delirium), infecciones, caídas, desnutrición, tromboembolismo, deshidratación, etc. Conviene señalar, además, que la estancia hospitalaria prolongada puede aumentar, por sí misma, la fragilidad del paciente.   
Las órdenes médicas, prescripciones e interconsultas de las plantas de hospitalización se deberían ajustar, también, al plan previamente elaborado por el equipo de atención primaria (EAP).   
Se tiene que tener en cuenta:  
-    Despliegue de recursos de atención intermedia como alternativa a la hospitalización.   
-    Planes de atención colaborativa e integrada con los servicios sociales.   
-    Atención en el domicilio y en contextos residenciales.   
-    Atención a las trayectorias de final de vida.  
-    Es importante garantizar la cobertura de una serie de servicios y apoyos comunitarios muy valorados por las personas mayores, como: transporte comunitario, adaptaciones de la vivienda, gestión de la medicación, compras, actividades sociales, uso de TICs, apoyo a las personas cuidadoras, asesoramiento, etc.  
-    Un recurso escaso pero cada día más necesario en el ámbito de la atención comunitaria-domiciliaria son los Centros de día y de noche, claves en los cuidados a las personas y en el acompañamiento a las familias y entorno, así como fundamental en el mantenimiento de la persona en la comunidad.   
2.4 NIVEL DE ATENCIÓN INTERMEDIA  
Los pacientes subagudos, generalmente mayores, pluripatológicos, polimedicados y con alta vulnerabilidad, están expuestos a un alto riesgo de complicaciones evolutivas que provocan ingresos prolongados (y reingresos), y requieren cuidados específicos en centros/dispositivos de atención intermedia (unidades de postagudos, hospitalización de alta intensidad, hospital de día, hospitalización a domicilio, residencias sociosanitarias acreditadas, centros de rehabilitación comunitarios, atención sociosanitaria a domicilio, etc).   
Los cuidados intermedios permiten liberar recursos de los HA y regular la utilización de otros servicios sanitarios (consultas, visitas a urgencias…). Por ello, es urgente diseñar nuevas estructuras o reconvertir los servicios ya existentes para hacer frente a la demanda futura procedente del progresivo envejecimiento de la población.


ACCIONES PRIORITARIAS EN EL NIVEL DE ATENCIÓN INTERMEDIA:

-    Proponer los cuidados intermedios como una urgente prioridad política, dado el papel tan destacado que juegan en la contención de la demanda en hospitalización de agudos, y en la implementación de un modelo de atención más integrado, efectivo y eficiente para los pacientes con necesidades complejas.   
-    Desarrollar un sistema de acreditación de centros   
-    Establecer un marco normativo que defina de forma clara el perfil de beneficiarios, la cartera de servicios, las bases del modelo asistencial y las necesidades de formación.   
-    Adaptar el desarrollo de la oferta a los recursos ya disponibles en cada Comunidad Autónoma. Se trataría de aprovechar los recursos ya existentes (bien en centros de media y larga estancia, hospitalización a domicilio o centros residenciales acreditados) y aumentar necesariamente la capacidad mediante la creación de nuevas plazas para generar una oferta basada en necesidades reales.  
-La implementación de estas acciones contribuirá, sin duda, a una mejora de la calidad de atención, una mayor satisfacción de los pacientes, una contención de la enorme demanda en hospitales de agudos, y una mayor eficiencia del sistema.

Madrid, 20 de marzo de 2024